2 Hearts Final Explicado; Explicacion del Final de 2 Corazones o 2 Hearts Pelicula de Netflix

Si se quisiera resumir la situación de los cines, al menos esta semana, se podría hacer en una frase: “No Time to Die” y “West Side Story” han sido adelantadas a 2021, y “2 Hearts” se estrena en 1.500 pantallas. ¿Qué es “2 Hearts”? Es una pieza blanda de melaza romántica mórbida: dos historias de amor empalagosas paralelas por el precio de una.
Pero todo se va construyendo para que se fusionen, y la película deja entrever en 10 minutos que su eje espiritual será un trauma médico cataclísmico. No hace falta una gran deducción para mirar a estas parejas, sumar dos y dos, y darse cuenta de que lo que estamos viendo va a convertirse en una película de trasplante de órganos basada en la fe. “2 Hearts” se basa en una historia real, pero lo que vende es un santurrón porno de desastres de caridad. El gran mensaje es: Incluso el trauma más devastador es parte del plan de Dios.
2 Hearts Final Explicado
Las historias de las parejas son como tarjetas Hallmark que compiten entre sí, pero si tuviéramos que elegir la más chirriante, sería el romance universitario tímidamente idílico de “¡Mira cómo estamos!” entre Chris (Jacob Elordi), un fornido estudiante de primer año en Loyola, y Sam (Tiera Skovbye), la estudiante de último año de la que se enamora a primera vista. A Jacob Elordi, de las películas “Kissing Booth” y “Euphoria”, no le hace ningún favor estar en esta película. En el papel de Chris, es tan fanfarrón en cuanto a su “sinceridad” que la convierte en una forma de zalamería.
Levanta las cejas como si las manipulara con poleas, mirando con una sensibilidad de cachorro demasiado telegrafiada. Y esa voz. Prácticamente gruñe con el privilegio de ser un preppie auto-adoradorador; es como el idiota de fraternidad más simpático del mundo.
La película cuenta con tantos coqueteos sacarinos que cada pausa tímidamente incómoda y cada frase interrumpida suenan dolorosamente a guión, y cuando Chris hace sus movimientos de baile de “no estoy intentando ser guay”, es lo suficientemente vergonzoso como para que quieras arrastrarte bajo cualquier mueble en el que estés sentado.
Explicacion del Final de 2 Corazones o 2 Hearts Pelicula de Netflix
Mientras Chris y Sam se dejan llevar por su imposiblemente perfecto y autocomplaciente noviazgo de adolescentes, la película vuelve una y otra vez al idealizado pero no tan molesto romance entre Jorge (Adan Canto), (Adán Canto), el rico descendiente cubano-americano de una familia propietaria de una empresa de ron (el personaje en el que se basa es uno de los Bacardí), y Leslie (Radha Mitchell), la azafata -término que se utiliza de forma bastante deliberada por su caché retro- a la que conoce en un vuelo y con la que empieza a viajar a lugares como Hawai para cortejarla.
Estos dos, igualmente, son todo felicidad, excepto que Jorge no le ha contado su secreto: que tiene una enfermedad pulmonar de la que podría morir en cualquier momento. Tiene una de esas toses reveladoras de las películas, y a pesar de la rudeza de ese dispositivo, la película es tan descuidada que nunca hay una escena en la que él le cuente a Leslie su enfermedad (que, dado que ella quiere tener un montón de hijos, tendría derecho a conocer). Suponemos que lo oculta, pero luego resulta que ella lo sabe, lo cual es un fallo dramático importante.
En este culebrón salpicado de brillo celestial, Radha Mitchell es la que más se acerca a convertir su personaje en un ser humano con los pies en la tierra. La película fue dirigida y coescrita por Lance Hool, que en un momento dado juega una gran baza al público, convirtiendo la historia en “It’s a Wonderful Life” al revés. Por otra parte, quizá una de las razones por las que “2 Hearts” parece tan prefabricada es que Hool parece haber empezado por el final y haber trabajado hacia atrás.
La película se presenta como una historia de amor lo suficientemente sana como para atraer a los nostálgicos de la época de Doris Day, pero en realidad es un sermón en forma de película. Convierte la compasión en una valla publicitaria intermitente y encaja demasiado bien. Acaba diciendo que todos somos piezas del puzzle de Dios.
