Lingui, The Sacred Bonds es una historia sumamente actual y sumamente relevante que proviene, quizás, de un sitio inesperado. La película, que puede verse a través de la plataforma MUBI, nos transporta a África, al país llamado Chad, donde Amina, una madre soltera entregada al Islam, descubre que su única hija María, adolescente, está embarazada y no quiere tener su hijo.
Aisladas las dos ya por el hecho de ser una familia encabezada por una madre soltera, Amina y María deberán luchar contra las costumbres de su país y contra la sociedad patriarcal para descubrir una comunidad femenina y feminista que las ayudará a salir adelante.
En DeportesEnVivo tuvimos la posibilidad de hablar con su director, Mahamat-Saleh Haroun, acerca de este filme tan conmovedor.
https://youtu.be/2DFew16WifY
DeportesEnVivo: La primera pregunta obligada es qué singnifica el término chadiano “Lingui”, que le da título al filme.
Mahamat-Saleh Haroun: Lingui es más bien un concepto que tenemos en nuestro país que representa cuando uno pertenece a la misma comunidad, cuando comparte el mismo espacio y eso te obliga a ayudar a los otros, te obliga a cuidar de los otros en el espíritu de la bondad y de la solidaridad. Ese es el significado de Lingui, en la vida cotidiana eso es lo que tenemos, porque, como sabrás, en un país como Chad tenemos muchos problemas sociales pero gracias a este concepto, a pesar de que es muy difícil, porque estamos juntos, nos volvemos más fuertes y podemos enfrentar esos problemas.
ST: Lingui es un filme muy feminista, ¿esto es algo que te habías propuesto o la historia te llevó hacia allí?
MSH: Sí, planeé hacerlo, en la memoria de mi abuela. Ella nunca había ido a la escuela, pero ella era una feminista, porque ella se divorció de mi abuelo y nunca se casó de nuevo, tuvo solo un hijo, que fue mi padre. Yo crecí con ella y aunque ella no sabía nada del feminismo, era feminista, ella siempre defendía a las mujeres. Ella solía decirme ‘¿Crees que está bien que tú no limpies, solo porque eres un hombre y yo una mujer?’ y yo le respondía que no, no estaba bien y tenía que ponerme a hacerlo. Así también me enseñó a cocinar, porque no hay ninguna razón para que no sepas hacerlo solo porque eres un hombre. Si te encuentras en el desierto solo, debes poder cocinar. Para poder convertirte en un verdadero hombre debes poder hacer todo lo que una mujer hace. Me acuerdo de ella y la película es un poco un tributo hacia ella, así que por ella, por mi abuela, que nunca había leído nada acerca del feminismo, yo defiendo los derechos de las mujeres.
ST: ¿Dirías que ella es tu inspiración para crear el personaje de Amina?
MSH: Sí, sí, claro. Amina, por ejemplo, no es demasiado alta, como tampoco lo era mi abuela, pero tiene un gran carácter y todos le temen un poco. Y yo recuerdo que, cuando era un niño, por ejemplo, una vez en la escuela el director me golpeó y ella se acercó a la escuela y armó un escándalo, a los gritos, y todo el vecindario lo escuchó, entonces todos sabían que, desde ese día, nadie podía tocarme, porque si me tocaban ella vendría. Tener una abuela como ella fue muy especial, siempre estoy pensando en ella.
ST: Es un vínculo muy hermoso ese. ¿Qué puedes decirme de María, porque ella pertenece a otra generación y trae otro tipo de problema a la historia, cómo surgió este personaje?
MSH: Ella proviene de esta nueva generación de chicas chadianas que suelo conocer y ver, que sueñan con otras cosas, con salir adelante, que no quieren convertirse en sus madres. Yo quería mostrar a esta chica positiva y moderna, porque en el filme la madre, que es quien intenta salvarla, descubre que a la vez se está salvando a sí misma. La madre se descubre a sí misma, a su conciencia, descubre que forma parte de una comunidad de mujeres que enfrentan los mismos problemas. Quise crear a esta chica como algo nuevo, pero que también sirviera para revelarle algo más a la madre.
Fuente: MUBI
ST: Esta es una película acerca de la hermandad entre mujeres, y no hay muchas películas que trabajen tan bien este tema. Sé que tiene que ver con el concepto de Lingui, pero ¿por qué particularmente prestaste atención a la hermandad femenina, no solo a la comunidad en general?
MSH: Hablé acerca de la hermandad entre mujeres porque, en Chad, el Lingui, la comunidad, es realmente sostenida por las mujeres. En nuestra forma tradicional de vivir tenemos algo que se llama “paré”, una congregación de mujeres, exclusivamente de mujeres, que pueden ir desde entre 50 personas o 100 personas, todas mujeres, que se reúnen y reúnen dinero entre todas, que luego se le dará a una de ellas, a la que más lo necesite, y al mes siguiente hacen lo mismo, pero se lo dan a otra mujer y así sucesivamente. Y así es el espíritu de cómo las mujeres intentan enfrentar los problemas, porque, quizás lo sepas, quizás sea igual en México, los hombres en general siempre están fuera de la casa, fumando, tomando, vuelven tarde y ellas tienen que hacerse cargo de los niños, y cocinar, y limpiar, y sin esta solidaridad es imposible. Así que las mujeres inventaron esto que se llama “paré”, que fue lo que me inspiró a llevar la hermandad entre ellas a la pantalla y cómo, incluso cuando son dominadas, ellas pelean, en una forma suburbana, en una pelea de larga duración, porque están convencidas de que las cosas van a cambiar, que no pueden seguir así para siempre. Por eso quería resaltar la hermandad entre las mujeres.
ST: ¿Te dio miedo hablar de temas como el aborto o la mutilación genital femenina? Son críticas sociales difíciles, aunque siempre suelen aparecer en tus filmes.
MSH: No, no realmente, porque en la actualidad es casi una cosa de todos los días leer noticias sobre niños abandonados porque mujeres jóvenes quedan embarazadas que sienten que es una vergüenza para ellas quedar embarazadas sin estar casadas, por lo que no pueden hacerse cargo y sus familias tampoco los quieren. No estaba asustado porque las mujeres se enfrentan a eso todos los días, y lo resuelven ellas en privado, dentro de ese concepto que llamamos “lingui”. Cuando empecé a hacer mi investigación para este filme, ninguna mujer quería confesar quién era la que hacía los abortos o las falsas mutilaciones, porque no quieren que esa información salga a la luz, no tienen confianza en un hombre. Amo su espíritu de comunidad, de que se enfrentan a los mismos problemas y tienen el mismo destino. Los hombres no tenemos eso. Es una buena lección.
ST: ¿Eres una persona religiosa? Porque la película muestra una gran crítica a la religión, en particular al Islam, también.
MSH: Fui quizás una persona religiosa en el pasado, porque asistí a una escuela coránica, pero luego dejé de creer, porque no creía que la religión pudiera ser injusta, no podía creer que Dios fuera injusto. Sé mucho sobre religión y creo que es una gran ficción, quizás la mejor ficción del mundo. Por eso es que la gente cree en ella.
Fuente: MUBI
ST: Lingui fue elegida para la Palma de Oro en el Festival de Cannes y como la presentación de Chad para los premios de la Academia, ¿esperabas que sucediera eso? ¿Cómo te sentiste al respecto?
MSH: Estaba seguro de que había hecho un buen trabajo y además era mi tercera vez compitiendo en Cannes, fue realmente genial y creo que fue importante para mí llevar a estas mujeres a Cannes porque tiene mucha visibilidad, así que fue una experiencia muy buena y tuvimos mucho público femenino que me escribió o se comunicó conmigo porque se sentían orgullosas de que yo mostrara ese problema y me decían ‘Haroun, tú eres nuestro representante, estamos orgullosas de ti, eres un buen hombre’, siento que soy el buen chico de todas estas madres.
ST: Sé que eres de Chad pero ya no vives allí, sin embargo la mayoría de tus filmes hablan de tu país. ¿Es este tu compromiso con Chad, tu idea cuando te convertiste en director, el poder mostrar cómo era la vida allí?
MSH: Sí, porque a pesar de que ahora vivo en Francia, estoy muy seguido en Chad y el hecho de que yo sea el único director activo del país, hace que si yo no cuento estas historias, nadie pueda verlas. Es importante llevar todas las historias de todo el mundo a la pantalla. Vivo en Francia, pero ya hay muchos directores franceses, yo no quiero ser uno más de ellos. He trabajado aquí, pero mi compromiso es siempre volver a Chad, es una responsabilidad. Soy el más antiguo de los directores de Chad, así que también siento la responsabilidad de ayudar a los más jóvenes a realizarse también. Hay que ayudar a los más jóvenes a hacer su trabajo.