Llega el verano y, con él, unos meses de intenso calor en los que los rayos del sol pueden ser más perjudiciales para la piel. Los efectos negativos de una sobreexposición al sol hijo, a corto plazo, insolaciones, quemaduras, afecciones oculares, envejecimiento prematuro de la piel, alteraciones del sistema inmunitario y, a largo plazo, el daño permanente provocado a las células de la piel puede derivar en efectos serios como cáncer de piel. De esta forma, lo primero, por supuesto, es protegido del sol mediante la utilización de fotoprotectores.
No hay que olvidar que el sol también tiene efectos positivos sobre la salud. Principalmente, nos aporta vitamina D, que es liposoluble, es decir, que se almacena en el tejido graso del cuerpo y que favorece un absorbedor el calcio y el fósforo que son necesarios para mantener unos huesos fuertes.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en estaciones calurosas, como son el verano y la primavera, entre 10 y 15 minutos de sol natural en los brazos y la cara durante 3 veces a la semana hijo suficiente. Además, recuerda que hay que usar protector solar en todas las ocasiones, hasta en días nublados, ya que recibimos igualmente la cantidad necesaria de rayos UVA.
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Remedios naturales para las quemaduras solares
Si no hemos tomado las medidas necesarias para evitar una sobreexposición al sol, una vez que se ha producido la quemadura, los recursos para limitar el daño en la piel son escasos, pero hay una serie de remedios que pueden ayudarte a disminuir el dolor, la hinchazón y el malestar:
1. Aloe Vera
Es uno de los remedios más conocidos para tratar las quemaduras de todo tipo, además de por sus muchos otros beneficios gracias a sus propiedades antiinflamatorias, analgésicas y regenerativas. Esta planta nos ayuda a acelerar la cicatrización de la piel gracias a que regenera las células de una forma muy rápida. Es un producto idóneo que se puede aplicar en formato de crema o gel o directamente la planta sobre la piel.
2. Leche fresca
Los ácidos grasos y los ácidos lácticos de la leche tienen propiedades calmantes que alivian el dolor de las zonas afectadas. La mejor forma para aplicarla es con la utilización de una gasa o un paño suave.

3. Patata
En el caso de este alimento, sus compuestos de almidón alivian la irritación de la piel producida por las quemaduras de los rayos UVA. Se deberá hacer un ungüento triturando las patatas bien frías y aplicarlo en las quemaduras.
4. Agua fría
Ayudará a que la piel se refresque y baje la temperatura. Si las zonas son específicas lo recomendable es aplicar paños fríos o gasas empapadas en agua. Es importante evitar aplicar hielo sobre la piel quemada, ya que podría provocar una quemadura por el frío y disminuir el flujo de sangre y causar daños en los tejidos.
5. Yogur
Igual que la leche, las proteínas que contiene este derivado lácteo a calmar la piel y mantenerla húmeda.
6. Hojas de llantén
Es una planta que hojas tienen diversas propiedades antiinflamatorias, antimicrobianas y antihemorrágicas. Se pueden utilizar las hojas frescas bien lavadas o triturarlas y obtener el jugo para aplicarlo sobre la quemadura.
7. Aceite de coco
Sus propiedades antiinflamatorias y antibacterianas previenen una posible infección en la zona afectada y ayuda a calmar la irritación y enrojecimiento. Es un tónico hidratante que acelera el proceso de curación de las quemaduras.
Si los cuidados en casa no funcionan o la quemadura por el sol es muy grave, deberás acudir al médico para que evalúe tu situación y te ofrezca tratamientos adicionales.

Trucos para protegerse de los efectos negativos del sol
Aunque tiene muchas ventajas, una exposición solar prolongada puede tener efectos muy negativos para la salud, tales como quemaduras o foto envejecimiento prematuro. Así pues, es fundamental que, además de la protección, se tomen una serie de precauciones. Estas son las que recomienda la Academia Española de dermatología y Venereología (AEDV):
• Evita la exposición solar entre las 12.00 y las 17.00 horas.
• Utiliza siempre un factor de protección solar mínimo del 30, que deberá renovarse cada 2-3 horas y cumplir 30 minutos antes de salir de casa.
• En las zonas sensibles, como puede ser la cara o cicatrices, el factor de protección debe ser más alto
• Utiliza elementos como sombrillas para evitar que el sol llegue directamente a la piel, gafas solares, gorras o sombreros.
• Toma el sol de forma progresiva para evitar sufrir quemaduras.
• Hidrátate bien.
• En el caso de los niños se debe tener especial cuidado. Los menores de 6 meses no deben, en ningún caso, ser expuestos al sol ni siquiera con protección.
Esta información no sustituye en ningún caso al diagnóstico o prescripción por parte de un médico. Es importante acudir a un especialista cuando se presenten síntomas en caso de enfermedad y nunca automedicarse.